viernes, 8 de febrero de 2008

Juno




Cuando me estampo contra ciertas películas o contra ciertos trailers a veces me pregunto si es que ya no quedan historias interesantes para contar. Es una sensación de desasosiego y un desasosiego que me lleva a la nostalgia de aquellos tiempos en que aún no existían las películas que hoy sólo puedo volver a ver. Forrest Gump, por ejemplo, ya nunca será una novedad. La lista de Schindler ya nunca será un estreno. Sin embargo, películas como Juno me devuelven la esperanza, el sosiego perdido y la convicción de que hoy, ahora mismo, no existe esa película que tanto me hará reír o aquella otra que tanto me hará llorar el día de mañana. Aún quedan historias interesantes para contar porque queda la vida y la vida tiene, si sabemos escucharlas, infinitas historias para contarnos.



No hay comentarios: