Acaba la película y una señora sale escopetada. Otras dos la siguen, ya de lejos. -¿Dónde vas tan rápido? -Nunca he bostezado tanto en el cine. -Eso es bueno, mujer, así te relajas. La mujer, es cierto, parecía necesitarlo. No le había gustado la película y quería dejar constancia de sus bostezos. Las otras dos le decían que exageraba, como siempre. Praga parece una ciudad bonita. Eliška se tiñe el pelo y Josef no lo nota, porque sueña con mujeres jóvenes y le motorizan el corazón para comprobar si resistiría la Viagra. El nieto, antes de cerrar los ojos, le pide al novio de su madre que le diga que todo va a salir bien. Y en el supermercado una máquina recicladora amenaza con quitar dos puestos de trabajo y tres marcas en la pared. Sí, la mujer exageraba. Tenía sueño. Eso es todo.
2 comentarios:
Yo ni siquiera he visto esa película en cartelera.
Afortunadamente nuca tengo sueño en el cine ;)
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